Wednesday, September 21, 2005

¿Huevo o tajadas de platano en vez de sopa? ----> EL TEMIDO ENSAYO 2...

¿Huevo o tajadas de platano en vez de sopa?


Por:
Jairo Enrique Salazar Chaparro
Código: 65386



Navegar por la red es como ir a comer a la carta. Cuando en un restaurante le ofrecen la carta al comenzal, este tiene la posibilidad de elegir qué es lo que va a disfrutar en ese momento de especial interacción con el aguardante mesero. El mesero de pie aguarda a que el cliente decida cuál plato va a elegir, lo que lo hace ajeno a cualquier decisión. El mesero sólo se dedica a comentarle al comenzal qué otras alternativas tiene de menú, ya sean platos, o variaciones dentro de los mismos platos, pero en la decisión final no cuenta su opinión, aunque en muchas ocasiones su osada e incluso inoportuna influencia tiene resultado.
Navegar por la red es como ir a comer a la carta porque siempre está presente un abanico de posibilidades, y por cuestiones esquemáticas y de orden lógico, por así llamarlo, hay que elegir de esas posibilidades solo una, dejando muchas veces de lado otras opciones que serían igual de útiles y llamativas que la finalmente elegida. La diferencia entre la red y el menú a la carta reside en que en la medida en que se va avanzando en la navegación del ciberespacio, se van ampliando las opciones y esto va generando todo un mapa mental de navegación.
Se podría llegar a pensar que la estructura de los sistemas interactivos virtuales está claramente relacionada con un plato de comida. Y esto porque como bien lo afirma en el texto Patricia Bernal, refiriendose a la complejidad de la cibercultura: la unidad es el todo, y el todo es la unidad.
Un almuerzo básico bogotano, de trabajador promedio, lo hace una estructura de comida, que comprende principio, entrada, ensalada, sopa, seco, jugo y postre. O en su defecto alguno de esos platos tiene que tener un componente básico que de cualquier forma genera una estructura; es decir, que si por algun motivo el concepto "almuerzo" para alguna persona significa simplemente un sandwich con alguna bebida, hay que contemplar que el sandwich no es sandwich sin pan, y sin los componentes internos que lo conforman. Al comprar o preparar el sandwich arranca aquel ejercicio similar a lo hipertextual. Se puede decidir entre el jamón, o el queso, o ambos, o el pollo, o si lleva o no lechuga, etc, etc.
En esa medida la estructura de un ciberespacio obedece a cierto tipo de elementos relacionados entre sí, que al juntarse forman una estructura sólida, que no puede separarse y a la cual no se le puede suprimir ninguno de esos elementos, o carecería de solidez y la convertiria simplemente en una estructura frágil, poco comunicativa y por ende, poco interactiva.
Es la interacción con un usuario lo que hace que exista un espacio virtual. Sin la interacción de ese usuario, el espacio poco a poco va desapareciendo. Porque así como en el mundo físico, la noción del espacio y el tiempo nacen a partir de la existencia del hombre (1)
Y es justamente esa libre elección dentro de las estructuras virtuales, la que genera una cultura virtual, o cibercultura, en donde coexisten en un espacio recreado diversos tipos de intereses que en algún momento determinado se vuelven comunes y coexisten para crear lo que se denomina una cibercultura. Pero este termino de cibercultura remite directamente a aquello que "no es real" y que existe o solo es posible mediante la intervención de un espacio generado por un contexto tecnológico virtual como lo es Internet. Y ese grupo de seres reales que están interactuando y conociéndose entre sí mediante ese espacio, están constantemente modificando ese universo que ellos mismos crearon y están desarrollando un nuevo mundo, en el cual lo único que conocen entre ellos mismos son los caracteres que llegan a su ventana de chat o a su casilla de correo. Hoy en día las posibilidades de conocimiento han aumentado un poco más con la interacción de voz e imágenes con cámaras web en tiempo real, o con el conocido Display de los sistemas de mensajería instantanea.
¿Es entonces la cibercultura una subcultura más? ¿Puede catalogarse la cibercultura como una comunidad de personas similares a los raperos, punks, skinheads, rockeros o todas aquellas subculturas y tribus urbanas que existen en la sociedad?.
En este punto hay que partir del hecho que las subculturas son grupos sociales que comparten ideologías, pensamientos e ideales y que de algún modo su "ismo" es su estilo de vida. Habría que preguntarse si para el común de las personas el Internet es un estilo de vida, o es simplemente un menú diario que consumen a determinada hora y con determinada duración, y del cual se nutren, para luego seguir con su vida real común y corriente. En caso de no ser un estilo de vida, no cabe dudas que las ciberculturas no pertenecerían al orden de las subculturas.
Y otro de los motivos, y quizá el más resaltable, está presente en la simulación a la que los medios electrónicos conllevan a su usuario. Sistemas de comunicación como los de mensajería instantanea poseen algo a lo que se puede denominar como el factor nickname, que permite al usuario disfrazarse con un pseudónimo e impedir así que los demás reconozcan su verdadera identidad, y que estén frente a un ser virtual que actua de una manera exclusiva para ese contexto, para esa dimensión o universo paralelo a su realidad humana. De hecho el mismo ser puede (si así lo quisiera), cambiar de sexo una y otra vez, siendo hombre en la vida real, y una mujer encantadora en su vida virtual. En ese sentido el restaurante se amplía y el menú pasa a ser de cenas corrientes, exclusivas a comidas rápidas.
Dicha simulación hace que exista una convivencia relativa o incluso falsa, de personas a las que quizá solo estén involucradas en un determinado grupo social, por simple experimentación, juego, curiosidad, etc. Y dicha simulación también genera que, muchas veces sin proponerselo, en una comunidad se encuentren homosexuales, facistas, raperos, negros, blancos, indigenas, ricos, pobres, etc. Que tienen en común que les gusta la página de opinión de una revista de automovilismo. Y dicha página crea un foro o un blog para que los usuarios se inscriban y opinen.
Por supuesto, en las comunidades virtuales también se manifiestan riñas entre grupos sociales. Es la paradoja de lo que sucede si en un espacio virtual se encuentran dos subculturas completamente opuestas la una de la otra. Es el encuentro dentro de una cibercultura, de unas subculturas reales. Pero en este caso la virtualidad y lo mediatico triunfa. Al pelear vía Internet se está peleando de alguna manera con una máquina. Un skinhead radical de Alemania puede desahogar su ira ideológica ante un negro americano, y estos quizá nunca se vieron las caras. Son guerras mediáticas, ausentes de cualquier identidad comprobable y carentes de materialidad, de contacto físico, necesario para establecer una real riña entre dos subculturas.
La cibercultura es sin duda el fenómeno que más se esta generando hoy día, que irá en aumento cada vez más rápido, pero que de ningun modo sustituye ni iguala a fenómenos culturales tangibles como las subculturas, o las tribus urbanas, que son grupos sociales cuyo contacto físico es fundamental para que puedan existir y permanecer. De este modo, es preciso aclarar que la virtualidad es un medio por el cual se pueden establecer infinidad de relaciones humanas, pero en las que realmente es poco el conocimiento profundo que queda. Puede que de por sí la cibercultura sea una realidad dentro de lo virtual, que exista una comunidad enorme de personas alrededor del mundo dedicadas única y exclusivamente a relacionarse vía internet. Pero precisamente eso se queda en lo meramente simulado y no pasa de ser un ejercicio mental en el cual los participantes se hacen a la idea de estar relacionandose entre ellos, cuando en realidad el lenguaje y la interacción obedecen a un recurso recreado proporcionado por una máquina mágica.
Mientras no haya una forma física de relación por medios virtuales o mientras no exista toda una revisión de lo que se comprende por realidad, identidad y personalidad, la noción de realidad virtual y de cibercultura como espacios y comunidades humanas seguirá siendo tan irreal como la imágen reflejada en un espejo, y tan compleja como decidir si primero chatea o revisa el correo, o más complejo aún: si quiere que le encimen un huevo frito o unas tajadas de plátano en vez del la sopa del almuerzo.


1. Mientras el ser humano exista, los conceptos de espacio y tiempo van a estar presentes, así como el de un Universo. El universo deja de existir en el momento en que el ser muera, pues es en la mente de los hombres donde toda noción de espacio y tiempo se genera y es a partir de allí donde toda su existencia se funda.




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